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ballast water treatment  sytem
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Los 11 puntos de debajo son temas clave que deben comentarse con cualquier proveedor. Para obtener una información más detallada sobre qué debe considerar a la hora de elegir un sistema de tratamiento, examine los amplios recursos de Alfa Laval sobre la gestión del agua de lastre.

1. ¿El sistema cuenta con la homologación de tipo tanto de la OMI como de la Guardia Costera de los Estados Unidos?

El Convenio para la gestión del agua de lastre (BWM) de la OMI, que ya se ha ratificado, funciona como la principal directriz internacional respecto a los sistemas de tratamiento del agua de lastre. El cumplimiento del Convenio BWM es obligatorio.

Además, es importante buscar un certificado de homologación de tipo de la OMI relativamente reciente. Desde que se adoptó el Convenio BWM en 2004, se ha producido un desarrollo en la evaluación de los sistemas. Ahora los certificados emitidos por organismos externos autorizados proporcionan más detalles sobre las pruebas, así como información sobre las limitaciones operativas del sistema.

Además, han entrado en juego una serie de regulaciones nacionales y regionales, especialmente el Estándar sobre la descarga de agua de lastre de la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG). Para el deslastrado en aguas de los Estados Unidos, el sistema de tratamiento del agua de lastre de un barco debe contar con la homologación de tipo de la USCG, o puede usarse un sistema homologado como AMS (sistema de gestión alternativo) hasta cinco años desde la fecha de cumplimiento (original o extendida) de los buques. Si el funcionamiento del AMS satisface las necesidades operativas de una embarcación y la homologación de tipo no (por ejemplo, si el tiempo de espera de 72 horas es una restricción), entonces se puede emplear el AMS (es decir, el sistema se puede utilizar en modo de la OMI).

El cumplimiento de la legislación de la USCG es importante incluso para los buques que no están directamente afectados por ella, ya que influye en su valor de reventa potencial. Si el sistema de tratamiento del agua de lastre de una embarcación no cuenta con la homologación de la USCG, será difícil venderlo a cualquier comprador que quiera operar en este mercado clave.

Si examinamos las homologaciones de tipo de la OMI y la USCG, es importante buscar certificados emitidos por un tercero autorizado. Esto garantizará que la validez y la transparencia son mayores. (Vea la pregunta 2).

2. ¿En la certificación se ha utilizado agua con organismos presentes naturalmente?

Es importante que cualquier certificado de homologación de tipo lo ​​emita un tercero autorizado, con el fin de garantizar un entorno de pruebas controlado y unas condiciones de prueba realistas. Sin la transparencia de una parte externa, es posible que se produzcan atajos tecnológicos.

Por ejemplo, los organismos que viven cerca de la superficie del agua son más resistentes a la luz UV y, por lo tanto, se tratan mejor con lámparas de luz UV de presión media. Si se utiliza una mezcla uniforme de organismos seleccionados y cultivados, es posible que estos organismos difíciles simplemente se eliminen de la ecuación. Sin embargo, en el mundo real el agua no está regulada y los organismos son más resistentes y más variados.

Los proveedores serios, que entienden las implicaciones del mundo real que tiene el incumplimiento de las normativas, eligen tecnología de luz UV robusta, buscan la transparencia de una parte externa y ponen el acento en sus sistemas de manera proactiva. Es necesario emplear agua natural con organismos que no sean de cultivo, como poliquetos, rotíferos y gambas, idealmente en presencia de dificultades como proliferaciones de algas.

3. ¿Está el sistema específicamente diseñado para uso marino?

Por sorprendente que parezca, la mayoría de los sistemas de tratamiento del agua de lastre se basan en un proceso de potabilización en tierra. Por tanto, su tecnología se ha adaptado al medio marino, en lugar de desarrollarse para él.

En contraste con los sistemas de tratamiento con luz UV ​​en tierra, que están precedidos por otros procesos de limpieza, los sistemas de tratamiento del agua de lastre se enfrentan a organismos difíciles, una calidad del agua irregular, temperaturas más altas y largos periodos de reposo con agua salina en su interior. Un sistema diseñado específicamente para las condiciones marinas estará mejor equipado para estos desafíos.

4. ¿Resistirán los componentes clave del sistema la corrosión en el agua de mar?

Los componentes clave de muchos sistemas de tratamiento del agua de lastre están fabricados de materiales de calidad inferior, como el acero 316L. Aunque el 316L es un material común en ingeniería, se corroe en contacto con el agua de mar. Un reactor de tratamiento con luz UV, que está lleno de agua de mar durante todo el proceso de tratamiento, puede corroerse en tan solo cinco años si está fabricado de 316L, por lo que habrá que sustituirlo, y eso es caro.

Si se construyen con un material como el acero inoxidable superaustenítico 254 SMO o AL6XN, que resiste la corrosión del agua de mar de forma efectiva, se puede esperar que los componentes clave de un sistema de tratamiento duren mucho más tiempo. Los reactores de luz UV de AL6-XN, por ejemplo, pueden durar hasta 20 años o más.

5. ¿El sistema aprovecha al máximo la luz UV producida?

Parte de hacer que el tratamiento con luz UV sea biológicamente efectivo y eficiente energéticamente es asegurar que toda la luz UV producida por las lámparas llegue realmente a los organismos objetivo. La construcción interna del reactor debe garantizar una distribución alta y uniforme de la luz UV, así como una alta turbulencia en el agua que pasa a través de él. Esto garantizará que todos los organismos reciban una dosis concentrada.

En aguas con baja claridad, donde la transmisión de luz UV es menor, se requieren medidas aún más robustas. El uso de fundas de lámpara de cuarzo sintético especialmente diseñadas permitirá la transmisión de un espectro de longitud de onda más amplio y proporcionará más luz UV para la desinfección. (Vea la pregunta 6).

6. ¿El sistema ofrece una gestión eficaz de la energía?

Una parte de la gestión de la energía es la eficiencia energética. Como es natural, un sistema de tratamiento del agua de lastre debería utilizar la menor cantidad posible de energía para garantizar el cumplimiento.

Sin embargo, la gestión de la energía también tiene que ver con el rendimiento de la desinfección biológica. Aunque el sistema debe funcionar de manera eficiente, también debe contar con una reserva de energía significativa. Esto le permitirá aumentar la potencia en los escenarios más difíciles, por ejemplo, en aguas con una transmisión de luz UV extremadamente baja (consulte la pregunta 5).

Si carece de capacidades para aumentar la potencia, un sistema puede poner en peligro las operaciones del buque en aguas difíciles. En el mejor de los casos, puede ralentizar las operaciones de lastre al reducir notablemente el caudal de agua de lastre. En el peor, puede impedir que se entre en estas aguas.

7. ¿El sistema cuenta con un ciclo de limpieza in situ (CIP) automático?

Sin algún tipo de limpieza, en las fundas de cuarzo de las lámparas de luz UV de cualquier sistema de tratamiento del agua de lastre se acumularán depósitos de carbonato de calcio e iones metálicos. Esto afectará al tratamiento, ya que podrá pasar una menor cantidad de la luz UV producida por las lámparas.

La limpieza mecánica es una alternativa a la CIP, pero las escobillas no resultan efectivas contra la acumulación de iones metálicos, que deben eliminarse con un fluido con pH bajo. Tampoco limpian el sensor de luz UV del interior del reactor, que mide la transmisión de luz UV. Si el sensor está sucio, el sistema puede gastar más energía de la necesaria o sufrir otro tipo de problemas de control.

Cualquier forma de limpieza mecánica, incluida la limpieza manual, también provocará que las fundas se rayen. Y al final, estas también degradarán el rendimiento del tratamiento.

En pocas palabras, las pruebas han demostrado que el CIP juega un papel importante en el mantenimiento del rendimiento de la desinfección biológica de un sistema de tratamiento del agua de lastre. En el caso de un sistema basado en luz UV, los efectos se pueden percibir tras una sola operación de limpieza.

Si carece de capacidades para aumentar la potencia, un sistema puede poner en peligro las operaciones del buque en aguas difíciles. En el mejor de los casos, puede ralentizar las operaciones de lastre al reducir notablemente el caudal de agua de lastre. En el peor, puede impedir que se entre en estas aguas.

8. ¿Existen funciones integrales de supervisión y seguridad conectadas por cable?

A bordo, la seguridad es fundamental. Este es uno de los motivos para elegir un sistema de tratamiento del agua de lastre basado en luz UV en lugar de uno que dependa de productos químicos. Sin embargo, incluso un sistema de tratamiento con luz UV debe construirse teniendo en cuenta la seguridad.

La supervisión de todos los componentes principales es primordial. Por ejemplo, debe haber información que indique la posición de todas las válvulas. El propio reactor debe contar con sensores de temperatura y nivel (preferiblemente en una configuración doble), y debe existir una función de apagado conectada por cable por si se produce un sobrecalentamiento o hay un bajo nivel de agua. Este último puede evitar daños graves en el equipo en caso de avería.

9. ¿El sistema es automático y resulta fácil de entender para cualquier operador?

Aunque la cantidad y la complejidad de los sistemas a bordo están aumentando, el tiempo disponible y la competencia general de las tripulaciones no lo está haciendo. Esto provoca que la operación automática resulte ​​esencial para cualquier sistema de tratamiento del agua de lastre. Lo ideal son arranques y paradas con un solo botón, sin intervención manual durante la el funcionamiento.

Un interfaz gráfico de usuario, en lugar de un interfaz basado en texto, puede proporcionar una visión general más clara que facilite tomar las decisiones correctas y el uso por parte de tripulaciones internacionales. Para lograr una visión general y una flexibilidad máximas, el sistema de control debe poderse incorporar en el sistema de control integrado del barco.

10. ¿El proveedor del sistema cuenta con capacidades demostradas?

Al igual que sucede con cualquier instalación importante, la capacidad del proveedor para entregar a tiempo es fundamental para evitar costes adicionales. La instalación de un sistema de tratamiento del agua de lastre es una tarea especialmente compleja, en particular cuando se realiza como una renovación. A menudo hay varias partes implicadas, lo que significa que el proveedor debe poder trabajar con muchos socios y proporcionar una gestión sólida del proyecto cuando sea necesario.

Estas capacidades son aún más importantes ahora que se ha ratificado el Conveno BWM. Dado que todos los buques necesitarán un sistema de tratamiento del agua de lastre en unos pocos años, miles de embarcaciones competirán por los pocos recursos que existen.

Muchos proveedores solo han entregado un puñado de sistemas hasta la fecha y, por lo tanto, carecen de la fuerza de producción para aumentar su capacidad en los próximos años. Otros carecen de la experiencia práctica que garantice una instalación sin problemas con las muchas partes implicadas. Para garantizar que se dispone de un sistema compatible a tiempo, es importante analizar cuidadosamente la base instalada y el historial del proveedor.

11. ¿El sistema está acompañado por una sólida oferta de servicios global?

La elección de un sistema de tratamiento del agua de lastre tiene implicaciones a largo plazo, ya que se pretende que el equipo dure durar toda la vida útil del barco. No solo serán necesarias piezas, sino también experiencia en la optimización del sistema durante muchos años de funcionamiento.

Disponer un acceso fácil al soporte técnico marcará una diferencia positiva en cuanto a la tranquilidad y el coste del ciclo de vida. Por otra parte, no contar con él puede afectar a la capacidad del barco para cumplir si el servicio no se puede organizar a tiempo. La elección de un proveedor que cuente con una red de servicio global es vital, y lo ideal sería que dicho proveedor dispusiera de una oferta de servicios bien desarrollada específicamente para el tratamiento del agua de lastre.

Si posteriormente se vende la embarcación, poseer un sistema de un proveedor reconocido con soporte técnico en todo el mundo también puede influir positivamente en el precio de venta y en el número de posibles compradores.