Las directrices del G8 de la IMO definen el proceso de homologación de los sistemas de tratamiento de aguas de lastre con arreglo a la legislación de la IMO. Originalmente definidas en 2005, fueron objeto de una revisión crítica en 2016. Esta revisión entrará en vigor el 28 de octubre de 2020.
Las directrices revisadas del G8, también conocidas como el Código BWMS, son sólidas y están más en línea con los requisitos actuales de la Guardia Costera de los Estados Unidos (USCG). Se desarrollaron porque algunos sistemas de tratamiento de agua de lastre aprobados de acuerdo con las directrices originales del G8 pueden no cumplir en la práctica la norma de rendimiento D-2 de la IMO.
La iniciativa para la revisión de las directrices del G8 fue impulsado en parte por organizaciones de clientes como la International Chamber of Shipping (ICS). La intención era asegurarse de que las inversiones en el tratamiento de agua de lastre cumplan con los requisitos de descarga, en lugar de limitarse a añadir hardware.
El plazo para que los sistemas de tratamiento del agua de lastre cumplan las directrices revisadas del G8 de la IMO se está acercando rápidamente. De hecho, la fecha de aplicación del 28 de octubre de 2020 ya tiene consecuencias.
Todos los sistemas deben ser homologadas de acuerdo a los requisitos revisados del G8 para aquellas instalaciones de un sistema de tratamiento de agua de lastre a partir del 28 de octubre de 2020
Hasta esa fecha, los sistemas aprobados con arreglo a las antiguas directrices del G8 pueden seguir instalándose. Pero una vez que llegue la fecha, no se permitirá la instalación de un sistema adquirido sin la aprobación de tipo G8 revisada para su uso global.
Los sistemas de tratamiento de agua de lastre seleccionados hoy probablemente se instalarán después de la fecha de implementación. Esto significa que debe elegir un sistema con la homologación G8 revisada.
Desafortunadamente, sólo unos pocos proveedores han recibido homologaciones actualizadas para sus sistemas. La robustez de los procedimientos revisados del G8 significa que la homologación puede llevar tiempo, y el éxito no está garantizado.
Arriesgarse es este sentido podría compromerle con un sistema que no puede ser usado globalmente. Dado que la legislación de la IMO se aplica en todas partes fuera de las aguas de los Estados Unidos, el 95% de los puertos del mundo podrían estar fuera del alcance de su embarcación.
Para instalaciones de 2020 y en adelante, la única apuesta segura es un sistema de tratamiento de agua de lastre que ya tenga la aprobación de tipo G8 revisada por la IMO. Alfa Laval PureBallast 3 fue el primero en recibirlo - y sigue siendo una de las pocos proveedores que cumplen con estos requisitos.
Proporcionar el cumplimiento sin limitar las operaciones globales de los buques siempre ha sido el objetivo de Alfa Laval y PureBallast 3. Dado que la gran mayoría de los puertos del mundo están bajo la jurisdicción de la IMO, estar preparados antes de la fecha de implementación revisada del G8 era una prioridad.
Las pruebas con agua de mar, salobre y dulce se completaron bajo el nuevo régimen del G8 en el tercer trimestre de 2017. PureBallast 3 recibió el primer certificado G8 revisado de la industria en febrero de 2018 - sin cambios en su hardware o consumo de energía.
Esto significa que los clientes de Alfa Laval pueden mirar hacia adelante con confianza. PureBallast 3 seguirá proporcionando un rendimiento líder en el mercado, incluso después del 28 de octubre de 2020.
Dos pruebas terrestres adicionales de eficacia biológica, realizadas sin tiempo de retención, tuvieron que ser realizadas en aguas con distintos rangos de salinidad. Las pruebas ambientales de los componentes están más orientadas con los requisitos de la Guardia Costera de los Estados Unidos (USCG). Esto significa que los requisitos son más estrictos en comparación con los requisitos originales del G8 de 2008.
No se ha añadido ningún hardware nuevo, pero se ha integrado un sensor de conductividad en el medidor de flujo para determinar en qué nivel de salinidad está operando el sistema. Para el funcionamiento en agua dulce, se ha incluido una función de control de flujo, que permite reducir el flujo en aguas comprometidas para cumplir con los límites de la UVT.
No es necesario actualizar. La IMO ha emitido una resolución en la que se establece que los buques que hayan instalado sistemas heredados no deben ser penalizados.
Los requisitos revisados del G8 de la IMO entran en vigor el 28 de octubre de 2020, pero casi todos los sistemas de tratamiento de agua de lastre seleccionados hoy se instalarán después de esa fecha. Para poder ser instalado a partir del 28 de octubre de 2020, el sistema debe tener la aprobación de tipo del G8 revisada por la OMI para esa fecha. Dado que el proceso de homologación más riguroso puede ser largo y difícil, los clientes hacen una elección segura seleccionando un sistema que ya ha tenido éxito.
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