Alimentos de nueva generación
Alfa Laval trabaja en todas las industrias alimentarias y colabora con los clientes para introducir con confianza nuevos procesos de producción de alimentos que cumplan el requisito de minimizar el impacto medioambiental del futuro procesamiento de alimentos.
Nuestra gama de soluciones alimentarias permite tanto a los productores de alimentos establecidos como a las empresas de nueva creación garantizar el cumplimiento de la normativa sobre seguridad alimentaria e introducir en el mercado nuevos productos alimentarios rentables.
La alimentación de nueva generación abarca toda una gama de alimentos producidos de diferentes maneras. La carne cultivada y los alimentos derivados de la fermentación, así como los nuevos tipos de proteínas vegetales e ingredientes alimentarios, son los puntos centrales del compromiso de Alfa Laval en el campo de los alimentos de nueva generación.
De la granja al tenedor
Un aspecto significativo de la cadena de valor de los alimentos de nueva generación es que el papel del sector agrícola se reduce drásticamente o se elimina por completo de la ecuación:
La gran transformación alimentaria
El desarrollo de la producción alimentaria está marcado por la preocupación sobre el impacto en las emisiones, el uso del suelo, la extracción de agua y la biodiversidad.
En la actualidad, el sector agrícola consume el 70% de toda el agua dulce extraída, mientras que la producción mundial de alimentos es responsable de casi un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. También se cree que el sector agrícola es el que más repercute en la biodiversidad, la degradación del suelo, los recursos de agua dulce y la deforestación a nivel mundial.
En menos de una generación deberemos producir hasta un 70% más de alimentos para una población en crecimiento, y no cualquier alimento. Aumenta la demanda de alimentos más sanos y nutritivos. Y deben producirse con un impacto reducido sobre el medio ambiente.
Se trata de un doble reto: debemos reducir las emisiones para invertir el calentamiento global, al tiempo que nos adaptamos a los cambios climáticos optimizando la huella hídrica de la producción de alimentos y protegiendo la tierra, el agua, el suelo y la biodiversidad.
Es la gran transformación alimentaria.
Carne cultivada
La carne puede cultivarse a partir de células animales. A nivel celular, este tipo de carne es idéntica a la producida convencionalmente. Es lo que comúnmente se conoce como carne de cultivo. En comparación con la producción de carne convencional, el proceso de cultivo de carne tiene una huella medioambiental sustancialmente menor. Requiere mucha menos tierra y agua y emite hasta un 90% menos de gases de efecto invernadero (UN, 2019).
Desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, la carne cultivada es la opción preferida. Reducirá drásticamente el riesgo de transmisión de enfermedades de los animales a los humanos. Hoy en día, esto supone un gran porcentaje de las enfermedades nuevas y existentes en los seres humanos(WHO, 2020).
La carne cultivada reducirá asimismo los riesgos de residuos de medicamentos y pesticidas y la contaminación microbiana de los alimentos. Éstos pueden tener efectos agudos o crónicos sobre la salud, además de provocar, por ejemplo, una resistencia a los efectos de los antibióticos en el tratamiento de enfermedades potencialmente mortales(WHO, 2022).
Más información sobre el procesamiento de la agricultura celular
Proteínas e ingredientes alimentarios derivados de la fermentación
Los procesos de fermentación tienen sus raíces en antiguas tradiciones culinarias.
Las nuevas formas de aplicar la biomasa y los procesos de fermentación de precisión son fundamentales para cambiar radicalmente el impacto ambiental de la producción de alimentos.
Con la biomasa y la fermentación de precisión, podemos llenar un vacío cada vez mayor en el suministro de proteínas mediante el cultivo y la cosecha de proteínas y otros ingredientes, que pueden utilizarse para enriquecer una variedad de productos alimenticios y bebidas.
En comparación con los alimentos e ingredientes convencionales, la fermentación de precisión permite reducir las emisiones de GEI y el consumo de agua en aproximadamente un 90% (UNEP, 2023).
Proteínas vegetales
Dar preferencia a las proteínas de origen vegetal es una medida bien establecida para mejorar el impacto medioambiental de la dieta de un individuo. La huella anual de GEI puede mejorar hasta en 2,1 toneladas anuales por persona (UN, 2019).
Teniendo en cuenta la futura demanda de alimentos y las limitaciones de tierras de cultivo y agua dulce disponibles y adecuadas, la producción de alimentos e ingredientes a partir de materias primas vegetales desempeña un papel fundamental en el futuro panorama alimentario. Sin embargo, también sabemos que no hay suficientes tierras de cultivo para que esta sea una solución autónoma.
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