Alfa Laval Brasil lidera las iniciativas de sostenibilidad del agua

Alfa Laval es uno de los líderes en el uso sostenible del agua en sus operaciones de fabricación y servicios. En su planta de producción de Brasil, el 100 % del agua utilizada en las operaciones se reutiliza y no se extrae agua del suministro público tras la aplicación con éxito de una serie de iniciativas de captación y reciclaje de agua.

Encabezada por el director de la fábrica, Filipe Oliveira, la primera de estas iniciativas se puso en marcha en 2008, cuando se tomó la decisión de devolver el agua utilizada en el hidrotest de los intercambiadores de calor (para garantizar su solidez y resistencia a las fugas) a un depósito de recogida para su reutilización en lugar de enviarla por el desagüe.

"Ahora tenemos una capacidad de almacenamiento de agua de lluvia de 42 m2, que es suficiente para tres meses de pruebas, así que con la cantidad de lluvia que tenemos en Brasil, podemos utilizar el agua de lluvia para todo el año", explica Filipe. "Aquí también probamos separadores y bombas, y hay agua suficiente para llevar a cabo todas estas pruebas también".

El siguiente paso, en 2015, fue la construcción de un pozo de 128 m de profundidad en los terrenos de la fábrica, que ha reducido drásticamente la factura anual del agua, al tiempo que ha aumentado la seguridad hídrica general, de modo que hoy en día no se extrae agua del suministro público.

Posteriormente, en 2018, se instalaron más depósitos de recogida y se llevó a cabo una amplia recogida de agua de lluvia del tejado de 6.000 m2 de la fábrica de São Paulo.

"Ahora captamos toda el agua que necesitamos in situ mediante la recogida de agua de lluvia o nuestro pozo in situ", afirma Filipe. "Ahora solo tenemos que pagar los costes de eliminación, lo que ha reducido la factura del agua en un 50%".

A continuación, Filipe centró su atención en el centro de servicio in situ, donde las planchas entran para su limpieza y mantenimiento. Anteriormente, se utilizaba agua dulce de la red para limpiar las planchas tras el tratamiento en un baño ácido, pero en 2021 se instaló un depósito con una capacidad de 35 m2 para recoger las aguas residuales para su tratamiento y reutilización.

"Para limpiar estos platos, a veces utilizamos 32m2 de una sola vez, por lo que, desde el principio, reutilizar el agua tratada supuso un enorme ahorro en términos de consumo de agua. De hecho, todas nuestras iniciativas adicionales de reutilización y reciclado de agua han reducido nuestro consumo total de agua en unos 100 m2 al mes".

Hoy en día, toda el agua utilizada para las pruebas y la limpieza, no sólo de los intercambiadores de calor de placas, sino también de los separadores de alta velocidad y los decantadores, se recircula inmediatamente para su reutilización o se somete primero a un proceso de tratamiento antes de ser reciclada y reutilizada; y este proceso puede repetirse varias veces.

Para Filipe y sus colegas de São Paulo, se trataba de empezar poco a poco y aprovechar el éxito de cada iniciativa, con la importancia del ahorro de agua como eje principal.

"Hemos ido paso a paso", afirma. "Empezamos con una pequeña iniciativa que hemos ido desarrollando a lo largo de los años hasta llegar a donde estamos hoy. Las iniciativas no costaron mucho dinero, pero han marcado una gran diferencia. Hemos reducido nuestro consumo y lo que consumimos lo reutilizamos una y otra vez. El principal motor es nuestro compromiso con la sostenibilidad y nuestra factura del agua también es más baja; así que, en general, todos salimos ganando".